lunes, 22 de junio de 2015

¿Conocéis el lugar?

    ¿Conocéis el lugar donde van a morir las arias de Händel? Creo que es aquí, en este espacio donde se inventa la infinitud de los amarillos; un espacio en el centro del centro de Castilla en el que nuestros cuerpos podrían sanar para siempre si tus ojos y mis ojos mirasen estos páramos con piedad absoluta y en donde hasta el espíritu suele arrodillarse para hacernos su ofrenda en rosales de sangre. En este espacio hay un fuego blanco en el que viene a expirar esa música que nos llega de lejos, ¡de tan lejos!    ¿Conocéis el lugar donde van a morir las arias de Händel? Está aquí, en una tierra con más cielo que tierra, donde los ruiseñores serenan la alameda y la alameda serena a los ruiseñores, y con la emanación húmeda del tomillo más nocturno, acude un enjambre de estrellas a venerar la última espina de Cristo. Es el lugar donde la luz llora luz, y la catedral de los cardos alza su grito de silencio, y están solas, muy solas, las vírgenes anunciadas, y el pueblo amurallado y muerto asciende vivo sobre un horizonte de lágrimas, no sé si como un salmo o como una corona de piedras inciertas.    ¿Conocéis el lugar donde van a morir las arias de Händel? Está aquí, en el centro del centro de Castilla, donde por los linderos morados se tensa, como un arco, la luz; es un espacio en que la nada es todo y el todo es la nada, y en el que junio joven viene por los montes vertiendo de su copa oro líquido. Es un lugar en el que el espacio y el tiempo sólo son una hoguera que arde y que mantiene su combustión gracias a nuestras vidas (quiero decir:gracias a nuestras muertes).    La música que más amáis aquí tiene su tumba. Es la música que, a través de la respiración de las espigas, viene a morir en la luz que respiran nuestros pechos.

Antonio Colinas                            

(De Desiertos de la luz)

URUEÑA, EL LUGAR DONDE VAN A MORIR LAS ARIAS DE HÄNDEL